miércoles, 20 de agosto de 2014

Una ventana, sin radio


Este jueves no hicimos radio.

Habitualmente, después de los encuentros de la ventana que transcurren los jueves a la mañana, hacemos el programa “una ventana en la radio” por nuestra querida y flamante radio cefepera. Pero esta vez, no fue posible…

La ventana hace y recibe visitas, un encuentro de esos verdaderos, de los que andamos por ahí medio desencontrados. Sus aires se renuevan cada jueves, y otra vez, estábamos disfrutando/nos, pensando/nos y descubriendo/nos. Éramos unos cuantos, con la presencia de Caro Nicora y Agustín Valle, (dos entrañables amigos que nos acompañan con sus lucidas intervenciones para una posible edición de un libro de la ventana que nos permita dialogar con otras experiencias educativas), pero que ahora, simplemente venían a compartir, una ventana en cuerpo presente.

La charla venia linda, dispersa en cierto sentido y medio caótica como es el estilo ventanero, y potente a la vez. Hablábamos desde lo que nos pasó con el encuentro que tuvo lugar el 7 y 8 de agosto pasado en el CFP, donde desarrollamos unas jornadas de presentación y aparición en el patio de la escuela de los múltiples proyectos que la recorren y la “hacen”. Jornadas que “aparecieron” en una ventana como necesidad. Participaron además, los cuerpos que suman a estos y otros proyectos; estudiantes, docentes, vecinos, cooperadores, amigos, etc., tal es así que llamarla “reunión docente” nos quedó corta, porque sería como minimizar la potencia de lo que se va tramando en la escuela, y porque como dijo Agustín, nos hemos ganado el derecho a desbordarlo con gente y proyectos que son los que hacen efectivamente a la escuela.

También charlábamos sobre “El Aprendiz” la revista que nos muestra cómo vamos siendo, cómo se expresa la escuela con sus proyectos. Una revista que también nos hemos ganado el derecho de decir allí lo que decimos.

Como apuntábamos, la reunión de la ventana venia nutrida de otras presencias de la comunidad, de Haydee del hospital Alvarez, de Nacho del bachi de Flores, en fin...Hasta que en un momento dado, Marile (profe de introducción a los oficios de la construcción) nos dice que su mamá requiere de su atención ya que está internada, lamenta no poder estar cuando vengan los de la empresa que hace un año medio hicieron abandono de la obra junto con funcionarios del Ministerio de Educación, y el arquitecto responsable de la obra, cosa que nos dejó culo pal cielo...(la empresa se llama Cunumi). Se produjo una casi imperceptible tensión… como el silencio que antecede al huracán...Vienen estos jetones? vamos a tener que interrumpir la radio?… desaparecen un año y medio y vienen así como así?… que hacemos?

La situación requería un estar ahí, en el medio, otra vez la alquimia del encuentro tomaba forma, era el ojo del huracán que se hacia nuevamente presente...pero, cómo? qué hacemos? En principio, no hacemos radio, ok..

En una "institución normal", lo esperable seria que el Director atienda a los funcionarios de turno y luego comunique a “su comunidad educativa", cuáles serán los objetivos y alcances de esa reunión. Mientras, el programa de radio podría haber seguido su curso...pero, Claudia, nos dice que tiene un par de cosas para decirle a esta gente, se la nota indignada y tiene sus razones...ella padeció como muchos otros los recurrentes cortes de luz, (responsabilidad de Cunumi y cía.) que le impidieron desarrollar su curso de esmaltado de metales, y el fastidio de tener que subir y bajar tres pisos por escalera durante un año y medio ella y sus estudiantes!!! Y muchos etcéteras más… La mecha había sido encendida…

Muchas veces nos cuesta explicitar cuales son las practicas que tiene la ventana, que provoca en el territorio escuela-cazona-comunidad educativa, pero lo sabemos más por los efectos que produce que por sus supuestos “buenos motivos” que alguno le pudiera atribuir. Por esa especie de misterio que la hace tener una presencia muy activa sin tener funciones claras… Solo hay un tono emotivo que es condición de aparición de eso inesperado. Como un mantra que cada jueves nos decimos para que aparezca lo que no sabemos, todavía, que puede estar.

Blanchot sostiene que el desastre no es sombrío, él nos liberaría del miedo si pudiésemos encontrar aliados de pensamiento. El desastre desarma a la soledad y afirma el afuera.

El afuera no es afuera de nosotros, o no solamente, el afuera es esa cosa que desacomoda, afuera de lo familiar, lo conocido. El afuera implica hacer la experiencia de la diferencia. El desastre, ese estar sin astros ni referencias supremas nos coloca frente a un dilema. Insistir en la búsqueda de padres fundadores de sentido o procurarnos las condiciones efectivas en las que pensemos modos de habitar el desconcierto. Estamos desorientados, no sabemos cómo seguir y no hay ni posición, ni rol, ni capacitación que lo resuelva. La soledad es un estado que se sufre o que nos convoca a poblarlo. Algo de esta apuesta involuntaria es la que esperamos sin esperar en la ventana, algo de esto estaba asomando...

Sentimos que reunirnos hace tantos años produce un tipo de presencia y afinidad que es algo así como un entrenamiento para pensar las situaciones que se producen, cada vez ,y que todavía no sabemos pensar, sin repetir clichés o recetas que hayan sido útiles otrora, sin esos “astros” que alguna vez guiaron nuestro hacer. Como una espera que apuesta otra vez a lo inesperado, a que el “monstruo” se haga presente por enésima vez…

¿"Y si en vez de atenderlos en mi despacho, cuando vengan les pedimos que nos den explicaciones públicas? Si se fueron sin dar explicaciones hace un año y medio. Por qué no darlas públicamente ya que fuimos nosotros los que estuvimos dando la cara todo este tiempo?”.(Sergio)

Hacer por otros, queda bien, pero hacer con otros es otra cosa, por qué “si hago por otros, hago yo; si hago con otros, ya no soy yo el que hace: hacemos nosotros”. (I. Lewcowich, “La subjetividad heroica”)

Te parece? podría ser? y bueno...,pero cómo hacemos?. Traemos un micrófono e invitamos a salir a los estudiantes al patio cuando lleguen, aventura Silvia (profe de sonido).

Y así fue como sin mediar muchas más palabras estábamos todos aportando a la creación de la escena: Leti (Jefa de Talleres), que le gusta el micrófono, invitando por parlantes a los estudiantes para que se acerquen al patio de la escuela, cosa que rápidamente sucedió; Sergio (se lo veía vulnerable) explicando la situación; Silvana, sentada muy cómodamente en una silla en el patio, resumía in situ el informe preparado con todas las irregularidades en que había incurrido la empresa en todo este tiempo y todos escuchábamos atentamente, mientras nos congregábamos, y nuestra indignación crecía...

El pusilánime Arquitecto distrital, fue el primero que llego a las 11.30 de la mañana con el pelo mojado y sus zapatitos sin medias a lo Julio Iglesias...hacia 500 días que no lo veíamos!! Luego llegaron los demás: la dueña de la empresa, una joven muy coqueta, alta, esbelta, pelo corto a lo garzón y el joven funcionario del GCBA con sus ojos claritos a lo Macri, todos muy arregladitos y perfumados, si hasta parecía que venían de un "telo", al ver la escena aparecer entre sus ojos, se fueron amuchando debajo de las escaleras, se convirtieron en un ramillete humano en menos de cinco minutos, daba mucha risa verlos...

Estaba claro que esperaban reunirse en el despacho del director y anunciar como seria la marcha de las obras que abandonaron, y se encontraron en cambio con un par de centenares de estudiantes y docentes, cuerpos expectantes de saber por qué no hicieron las cosas que tenían que haber hecho, y las que sí hicieron por qué las hicieron tan mal.

En un momento se fueron para los pisos de arriba...como escapando de la planta baja que seguía poblándose, y en la que crecía un rugido de indignación...tardaron en bajar, desde abajo se les veía las patitas sobre el piso superior, temor de escrache público, se los veía arrinconados en su propia trampa.

Para cuando bajaron, fueron recibidos con aplausos, ironías y tuvieron que soportar los reclamos de los estudiantes y docentes, que habíamos decidido ponernos junto al pie de la escalera para no dejarlos escapar. Nos agolpábamos muchos, incluso estudiantes que aun siendo nuevos (ya que el cuatrimestre había empezado hace dos días), reclamaban con un nivel de compromiso e implicación con la escuela que no dejo de sorprender y emocionar.

Fue muy gratificante ver como la coqueta dueña de la empresa asentía con la cabeza y una sonrisa medio forzada le aparecía entre los labios cuando un señor medio metro más bajo que ella, morochón desarreglado de origen Boliviano (y que seguramente dentro de sus empresas no sería ni siquiera mirado y menos escuchado) le batía la justa con aliento a vino y el dedito levantado, y ella ... tan coqueta y acostumbrada a explotarlos, solo atinó a escucharlo y seguir con esa mueca boba en su rostro de aspecto entre compasivo y nervioso.

Otro caso gracioso fue el De Marco, responsable de coordinar los arreglos de la empresa Mantelectric en la escuela  (otro curro de esta Gestión), que al ver tanta gente reunida, solo atinó a dejar una nota para el director donde dejaba el nombre de la nueva responsable, y se tomó las de Villadiego, piró en menos que canta un gallo, cantando bajito...

Luego de media hora, ya con el pelo seco y menos sonrientes, se fueron en sus lujoso auto...nosotros volvimos cada uno a nuestras cosas, con un extraña sensación..., difícil de explicarla, pero algo así como la de haber vivido un momento de justicia colectiva, y de haber sido modificados... por sentirnos parte de una construcción común que otra vez se hacía presente, de creer de que somos parte de una comunidad real, una alegría que nace desde el pie, con potencias renovadas, y una complicidad que otra vez por el misterio que tiene lo imprevisible, se hizo nuevamente presente... 
Con nosotros no, Cunumi!!!.



Posiblemente, si ese jueves cada uno de nosotros hubiera estado en donde se espera que estemos, adentro de un aula, el director en su despacho, la regente con sus papeles, la secretaria con los suyos, los docentes en sus lugares nada de esto hubiera sucedido, y aquí me parece que puede verse algunas de las prácticas de la ventana. Hay un fuera de lugar muy imprevisible y potente en la escuela, como un huracán que nos pasa por delante y nos sigue otra vez, despeinando…

Comunidad del CFP24 - Juntos, esperando alguna explicación responsable.
A lo lejos, bien al fondo y diminutos,  el Arquitecto Distrital , el inspector del Ministerio,
y la Responsanle Tecnica de la empresa CUNUMI, escondiendose.









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Los "expertos" se van,  a hacer "una recorrida para encontrar las vias de solución"
    ... y porque se les cae la cara de verguenza, como bien dice una estudiante...


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    La comunidad cefepera recibe con aplausos la visita de los flamentes "Responsables técnicos" de la obra.
Ellos buscan
insistentemente las salidas,  revisando preocupados su funcionamiento para casos de emergencias..

...pero, claro... pequeño error : las pusieron al revés ...
Podríamos decir "como ratas por tirante"  pero les queda grande... 





Las explicaciones, poniendo las caritas en primerisimo primer plano...