jueves, 27 de noviembre de 2014

Programa 35 - Entre el conflicto y la candidez



Programa emitido el jueves 27 de noviembre de 2014, por El Aprendiz Radio






La Feria de Artigas, la potencia de lo “común"

Nos parece oportuno darnos a conocer en el marco de esta jornada de participación de experiencias de la economía solidaria en la PIRKA.  Claro que nos sería más fácil decir "quienes somos" como se estila ahora en las páginas web y en los blog...pero vamos a intentar dar cuenta de nuestro recorrido y de nuestras búsquedas.
La "Feria de Artigas" nace de las cenizas de una escuela pública, pero no de cualquiera, de las de un centro de formación para adultos (CFPNº24) en el barrio de Flores. Las cenizas de las que hablamos son las del 2001, de esos fueguitos mal apagados que somos, quedaron algunas brasas encendidas...y de allí surgió una escuela que allá en el 2000 tuvo un puñado de estudiantes y hoy, somos más de mil cada cuatrimestre.

¿Pero qué tiene que ver esto, un CFP, con la Feria de Artigas y la economía social y solidaria?

En el contexto de una desvinculación radical entre educación y trabajo (año 2001), surge la necesidad de ligar estos términos que en otros contextos venían casi soldados. Este estado de interrogación con el que nació el CFP 24, hizo que la vinculación educación / trabajo no fuera la evidente ni esperada (la educación como formadora de “mano de obra” para el trabajo, esto es para la explotación). Desde esta perspectiva crítica surge la creación de un trayecto de la economía social para indagar en el multiforme "mundo del trabajo" y sus nada evidentes relaciones “perversas” a partir de su singular historia y contexto.

¿Cómo olvidar la creatividad de las ferias del trueque de aquellos años? en donde además de trocar, nos dábamos cuenta que éramos muchos los que estábamos en la misma situación? Cómo no recordar esas Asambleas callejeras en las que la gente se juntaba para pensarse en un contexto de incertidumbre radical? Cómo olvidar esos gestos de cooperación comunitaria entre vecinos en aquel contexto?.

Esas marcas de origen aún persisten e insisten en nuestro CFP, porque nos siguen recorriendo las mismas preguntas de entonces ¿cómo vincular creativamente la educación con el trabajo? ¿Cómo conectar la educación a través de los oficios con las posibilidades de "trabajo".? Preguntas estas que en Asamblea nos hacíamos estudiantes y docentes allá por el inicio del nuevo milenio. De esas Asambleas (estado de desorientación) nació la Cooperativa de Trabajo “El profesional Ltda.” cuyo pedido de matrícula fue iniciado el 18 de diciembre de 2001, y que convivió en la Institución durante 7 años. De allí nace nuestro primer curso de “introducción al cooperativismo” que intentó indagar en esas experiencias colectivas y de cooperación en ciernes.

La Feria de Artigas decíamos, recoge en este sentido, ese estado de interrogación y apertura con la que nace la Institución.  De allí que su impronta "escolar" es siempre rápidamente desbordada. Si lo “escolar” tiene como marca constitutiva al saber y a la jerarquía, nuestra intuición es de suspensión de ese rastro, por la apertura hacia un gesto más balbuceante e igualitario.

Si bien nace con el intento de mostrar casi al final de cada cursada, las producciones de los estudiantes a través de puestos (dentro de la escuela) para conocernos entre los cursos, invitando a familiares, vecinos y a los propios estudiantes, estos objetivos a poco de caminar se nos volvieron muy estrechos.

Esa incipiente apertura nos hizo pregunta acerca de los sentidos de lo que hacemos. Esa especie de intuición y sospecha sobre los automatismos que nos gobiernan, se activó nuevamente, y de allí que fue mutando a una Feria mensual callejera, con la apertura que hicimos hacia los emprendedores (muchos estudiantes) y feriantes amigos y del barrio, junto con las producciones de los talleres (que no son solo productos sino también servicios, como los de peluquería, masajes, maquillaje).

Esa invitación y apertura, fue hecha no solo para el momento de la realización del evento, sino para la organización de la misma, y de esta manera se fue convirtiendo la Feria de escolar en comunitaria, como todas las apuestas que hacemos. Nuestro punto de partida es intentar siempre romper con la lógica y tentación jerárquica de que algunos lo piensan y otros lo ejecutan. Una pasión igualitaria nos recorre y empuja. Algo nada fácil ni evidente, menos en una escuela, templo del “saber” y las jerarquías.
Por su parte, nos propusimos hacer las ferias en la calle porque  nos interesa indagar en otros modos más afirmativos y creativos de estar en la vía pública, un lugar de encuentro e intercambio donde la lógica mercantil ceda paso, sin que desaparezca claro, a otras relaciones y modos de estar juntos.

La potencia de lo común

Muchas veces se confunde lo "publico" con lo "estatal", empobreciendo de sentidos  esos espacios.

Lo público, es lo que pensamos juntos, Esta definición rompe con simplismos y binarismos, y abre espacios de investigación conjunta. De esta manera, lo público es la pregunta por lo que podemos juntos, siempre activa, y siempre acechada por la lógica privatizadora y mercantil hegemónica. De esta forma, la escuela pública, para nosotros, es la que no deja de preguntarse por la potencia de lo común.

 Esto es poner en valor la "condición de posibilidad" que puede brindar un espacio como la Feria cuando hay una decisión política de explorar que es lo que podemos juntos desde un lugar de igualdad.

 En este sentido, si bien la Feria de Artigas hace su "aparición" una vez por mes, es parte de una expresión más de "lo común", como esa pasión igualitaria que la recorre y permea. Toda su historia puede ser pasada por el tamiz de esa pasión igualitaria, desde la creación de una milonga, los encuentros de cine público, las reuniones de “cooperacción”, la apuesta por una radio comunitaria en la escuela, hasta la decisión inédita de presentar un Trayecto de Economía Social y Solidaria para su aprobación en un centro de formación profesional, entre otras.

Descubrir las múltiples capas que hacen posible "la feria de artigas" es nuestra tarea ética, y la intención con la que venimos a compartir y que intentamos dar cuenta de ello en este encuentro.

Esta enumeración de proyectos no implica, de ninguna manera, eludir la consideración de las dificultades halladas en la puesta en marcha de cada una de ellos. Antes bien, sabiendo que cada intento de destituir las imágenes previas que nos habitan para abrir la insurgencia de nuevas imágenes es generador de conflictos,  deberíamos considerar la incidencia de esos conflictos y habilitar formas de disolverlos en la búsqueda de síntesis superadoras. La operación en la realidad siempre acarrea la emergencia de contradicciones, de fuerzas opuestas a los cambios, de la persistencia de las imágenes previas. Con ese supuesto enfrentaremos toda puesta en práctica de nuestros proyectos.
 Nos recorren preguntas como: qué podemos juntos cuando nos combinamos de múltiples formas?,¿Cuánto podemos construir colectivamente?, por qué nos gusta encontrarnos? Por ello entonces, se hacen necesarias estas "jornadas  de participación producción y trabajo de la economía social" encuentros, para explorar esos posibles, y también las complejidades y resistencias que implica construir desde otras lógicas  sosteniéndolo desde las prácticas concretas, éticas, sinceras y alegres.

Información:
La feria de Artigas ha sido declarada de “interés comunal”, se realiza los primeros sábados de cada mes, desde Marzo a Diciembre.

En este espacio armamos un entramado que integra a todas las áreas posibles de la escuela, el barrio y las organizaciones que transitan las mismas búsquedas.

En las reuniones que hacemos semanalmente, entre otras cosas, decidimos que los gastos se compartan. Casi siempre tenemos bandas musicales, o una obra de teatro o simplemente música para bailar y pasarla bien, junto con servicios que hacen los estudiantes de peluquería y masaje, y una radio abierta difundiendo las actividades.
En eso andamos, en la "Feria de Artigas".


Los esperamos!!

viernes, 21 de noviembre de 2014

Programa 33 - "La vida sin problemas, es perder el tiempo a lo bobo"



Emitido el 20 de Novieimbre 2014

Conversamos con Mario Santucho, editor de la revista Crisis e integrante del Instituto de Investigación y Experimentación Política, sobre la situación del juicio por el asesinato del joven militante del MoCaSE Cristian Ferreyra.

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Crónica de la segunda semana del juicio de Monte Quemado
SENSACIÓN DE ASPEREZA
por Instituto de Investigación y Experimentación Política (iiep.com.ar)


La segunda semana del juicio por el asesinato de Cristian Ferreyra estuvo marcada por tres episodios claves: las polémicas decisiones del tribunal, las esperadas declaraciones de dos referentes del MoCaSe como son Angel Strapazzón y Cariló Olaiz, y las desafiantes declaraciones de tres de los imputados pertenecientes a la banda parapolicial acusada de amenazas y hostigamientos contra los campesinos, que operaba bajo las ordenes del agro-empresario Jorge Ciccioli.

Clavar la mirada

Al finalizar la jornada del martes 11, cuarta audiencia del proceso, un malestar generalizado circulaba entre los campesinos y familiares de las victimas apostados en las afueras del salón de eventos donde sesiona el juicio diariamente. “El tribunal es hostil a la causa”, se decía en una de las conversaciones.

Durante el día brindaron testimonio varios jóvenes, algunos de ellos menores de edad, a los que la jueza Elida Suárez de Bravo les negó el derecho, pedido por sus representantes legales, a declarar sin la presencia de los acusados. El rechazo de la petición se hizo en dos ocasiones (durante la sesión de la mañana y la tarde), y causó mucha tensión entre los presentes en la audiencia y en los propios jóvenes que se vieron obligados a describir los hostigamientos hacia la comunidad campesina a los que el grupo armado contratado por Ciccioli tenía sometidos, en presencia de los acusados.

La petición del abogado querellante Oscar Rodríguez fue acompañada de una larga fundamentación. Apelando a la Convención de los derechos de los niños y al derecho internacional, planteó lo que a fin de cuentas se hizo manifiesto: que la presencia de los imputados intimidaría a los jóvenes. La respuesta de la Presidenta del Tribunal fue que los niños no son técnicamente víctimas sino testigos y por lo tanto no tendrían por qué intimidarse, desestimando el pedido con la venia del fiscal y la defensa.

En este escenario ingresó José Ezequiel Ferreira (14), sobrino de Cristian, a dar su testimonio. José Ezequiel dijo que vio en varias oportunidades a Francisco Javier Juárez en casa Fabucho Palomo, capataz del empresario Jorge Ciccioli, quien vivía en frente de la escuela. Juárez los seguía al salir de clases hacia sus casas. En el camino, desde su moto o camioneta, lanzaba amenazas de muerte contra ellos y sus familias. Al terminar su relato, mientras de retiraba, tuvo que pasas enfrente de los acusados. El muchacho clavó su mirada sobre Juárez por unos segundos, antes de salir de la sala.

Filosofía campesina

Uno de los momentos más esperados por los integrantes del MoCaSe fue la intervención de Ángel Strapazzón (58), uno de los fundadores del movimiento allá por agosto del año 1990. En las afueras, desde temprano, se organiza una fila para ingresar al salón pero quedan muchos con ganas de entrar, porque la capacidad del recinto solo admite 80 personas. Los que pudieron ingresar se enteran, en el momento de las presentaciones, que el primer nombre de Strapazzón es Egidio. Y que cursó estudios de filosofía, teología y pedagogía.

La intervención de Ángel describe el funcionamiento del movimiento, en un recorrido histórico desde sus inicios hasta la actualidad. Poniendo énfasis en el entramado comunitario que sostiene al movimiento, que lo construye por atrás, muestra que tanto su composición como sus formas organizativas son muy diversas. Y no responde a estructuras jerarquizadas de poder. Plantea la necesidad de reconocer y dar mayor importancia en el mundo de hoya a la inteligencia campesina. “Lo que se ha avanzado en reconocimiento hacia el campesinado y los pueblos indígenas se debe al resurgimiento de la organización campesina, de la cuál el MoCaSe fue un actor fundamental, junto con la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones Campesinas (CLOC), la vía campesina (VC),  el Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), entre otros. La importancia histórica de este juicio consiste en construir el reconocimiento ético del campesinado, la importancia social de su existencia, crecimiento y expansión, frente a una lógica industrial que es ultra-rentable pero insostenible y asesina. Plantea que para lograr este salto político hay mucho por hacer, por parte de los movimientos sociales, del estado y de la sociedad civil. El asesinato de Cristian, en este contexto, no es un hecho aislado, pues lo que se está poniendo en discusión es el tema del hambre, la formas de producir alimentos, la soberanía alimentaria.

Al igual que el discurso de Strapazzón, la muy esperada intervención del ingeniero agrónomo Cariló Olais (37) generó aplausos entre los presentes, que obligaron a la presidenta del tribunal a llamar al orden y el silencio. Cariló, ingeniero agrónomo de profesión,  trabajó con Cristian en la construcción de colectores de agua (aljibes) en los parajes de San Antonio. Su relato hizo hincapié en el avance de la frontera de los agro-negocios en la zona. Y los conflictos que los alambrados y desmontes han generado durante los últimos años. La preocupación de los campesinos es que los desmontes van dejando al ganado sin comida y a ellos mismos sin madera, recurso fundamental para el trabajo hachero de fabricación de postes. Él mismo participo en una serie de denuncias por estos hechos ante la Dirección General de Bosques y Fauna.

Las preguntas de la defensa sumieron al debate en una discusión clave, sobre la propiedad de la tierra y las formas de vida comunitarias. Los abogados le preguntaron a Olais si reconoce, a partir de su sapiencia profesional, que campo San Bernardo (reclamado por Ciccioli como propio) y Campo de Mayo son propiedades distintas. El ingeniero respondió que nunca habló de propiedades sino de parajes. El paraje es un caserío que alrededor tiene un territorio (monte) en donde el ganado puede alimentarse y es posible extraer madera. Para reclamar la propiedad de la tierra se necesita un título de dominio y una posesión efectiva de la tierra. Lo campesinos no suelen poseer los títulos de dominio, pero existen otras formas legales para determinar la posesión pública de esas tierras, en este caso el relevamiento como comunidad indígena. Para la propiedad privada existe un límite que es el alambrado, pero para el uso comunitario no hay un límite, por eso los animales pueden ir de un paraje a otro buscando alimento, pero siempre vuelven a su aguada.

Los planes de desmonte, resalta Cariló, sólo se detuvieron después de la muerte de Cristian por un lapso de 6 meses en toda la provincia, “el Estado tuvo que esperar a que muera alguien para tomar una medida”, sentenció.

Solo sé que no hice nada

El momento más duro de la segunda semana del juicio se vivió, sin dudas, el jueves 13 a la mañana, casi al cierre de la última sesión, cuando los abogados defensores pidieron al tribunal citar a declarar a tres de los acusados pertenecientes a la banda parapolicial que trabajaba para el empresario Ciccioli.

Las intervenciones de Walter Juárez, Víctor Hugo Juárez y Mario René Abregú fueron prácticamente las mismas, al igual que las preguntas de la fiscalía y la defensa. Los acusados se negaron a aceptar preguntas de los abogados de la parte querellante y ofrecen, de modo desafiante, carearse con cualquiera de las personas que los denuncian. Dicen no entender qué hacen ahí, que hasta ahora durante el juicio no se les ha imputado nada y que no entienden de qué se los acusa. Víctor Hugo señala que estuvo prófugo por no dejar solos a sus padres no videntes y alega inocencia diciendo: “que Dios perdone a la gente que me acusa”. Dicen también no entender el enojo y la enemistad de algunas personas que testificaron en su contra, que no tienen motivos para amenazar ni agredir a nadie y que a Ciccioli lo conocieron recién después de la muerte de Cristian.

Las declaraciones causaron mucha irritación en el público presente en la sala, en su mayoría miembros del Mocase y familiares de las víctimas. La tensión fue aumentando y una vez concluida la audiencia, que se reanudará el próximo martes 18, terminó por desbordar. La madre de Cristian lanzó un grito desgarrador: “yo me voy a carear contigo”. Y estalló en llanto. Afuera, los familiares y militantes del Mocase estaban agitados, los cantos se escuchan cada vez más fuertes y comenzaron a sacudir las vallas. Ha sido un término de semana muy áspero, pero las energías siguen intactas. “Ya llegará el momento de hacer evaluaciones, por ahora hay que seguir apoyando a los compañeros”. Es la consigna.



lunes, 3 de noviembre de 2014

Programa 31



Programa emitido el 27  de Septiembre de 2014, por El Aprendiz Radio


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EN ESTE PROGRAMA DE HOY:


Conversamos con Lucía Scrimini sobre la
situación de Reina Maraz y su injusta condena
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Te contamos de qué se trata el Portal de Emprendedores del CFP24,
que abre sus puertas el próximo Jueves 6 de Noviembre! 
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Nuevo bloque: inauguramos la sección ¨Pancho te recomienda" 
que nos trae algunos libritos para leer!
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Y además, te traemos la agenda de la semana:
Qué dirán los vecinos con la Expo del Aprendiz, Charlas,
Feria, Milonga, Noche de vinilos y tanto más!

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Prisión perpetua para la mujer quechua que estaba presa y no sabía castellano
 / 29 October 2014
 Cosecha Roja.-

Condenaron a cadena perpetua a Reina Maraz, la mujer que estuvo tres años presa con su bebé sin entender por qué: es boliviana, habla quechua y nadie le explicó en su idioma de qué la acusaban. La semana pasada empezó el juicio y fue la primera vez que pudo dar testimonio en su lengua materna. La condenaron por haber asesinado a Límber Santos, su esposo, en 2010. La defensa dijo que no hay pruebas e insistió en que la mujer está en una situación de vulnerabilidad: es migrante, aborigen, pobre, analfabeta y sufría violencia de género.

 Antes de la sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Quilmes, había esperanzas de que “las juezas hayan escuchado la voz de Reina, que hayan internalizado la perspectiva de derechos humanos que contiene el caso”. Lo dijo a Cosecha Roja Margarita Jarque, directora de Litigio Estratégico de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM).

En la primera audiencia la jueza Silvia Etchemendi dijo en castellano: “lo que el artículo dice es que usted tiene derecho a negarse a declarar sin que esto sea valorado como una prueba en contra suya. Le pido a la intérprete que le traduzca”. Silencio en la sala. La traductora, Frida Rojas, habló con la acusada. Nadie entendió nada: lo mismo que le pasó a Reina durante los tres años que estuvo presa. “Quiero aclarar algo de nuestra lengua. Lo corporal y la acentuación dicen cosas, es distinto. Asentir con la cabeza significa ‘te escucho, te respeto’, no quiere decir ‘te entiendo’ ni ‘estoy de acuerdo’”, explicó.

 A Reina la detuvieron en 2010. Estaba embarazada y pasó siete meses en una comisaría. Después la trasladaron a la Unidad 33 de Los Hornos, en La Plata, donde nació su tercer hijo. Con el más grande -que tenía 5 cuando fue el asesinato- no se hablaba porque estaba con los padres de Límber. Con el más chico -que tenía 3- hablaba por teléfono algunas veces a la semana.

 En 2011, la Comisión Provincial por la Memoria la encontró durante un monitoreo en lugares de encierro. “Estábamos haciendo entrevistas: así apareció Reina y el conflicto con el idioma”, contó Jarque. Desde entonces la visitaron varias veces con la intérprete. En abril de 2012 lograron que el Juzgado de Garantías Nº 6 de Quilmes anule la audiencia en la que Reina había declarado y pidieron que se tomara una nueva indagatoria con una traductora. “El tribunal aceptó por una orden de la Corte de la Provincia”, dijo Jarque. La CPM pretende que el caso de Reina sea un antes y un después y pidió a la Corte que implemente un registro de intérpretes de lenguas originarias. En septiembre del 2013 fue la primera vez que alguien del TOC Nº1 le explicó a Reina la situación procesal en su lengua materna. 

La hipótesis del fiscal Fernando Celesia es que ella asesinó a Límber con Tito Vilca -un acusado que murió en prisión-. Entre los dos los ahorcaron con un toallón para robarle mil pesos que guardaba en un zapato: era para pagar una deuda que tenía con su hermana. “Sabían que esa plata estaba ahí”, dijo el fiscal. Después ocultaron el cuerpo y Reina fue a la comisaría a denunciar el extravío de su marido “para autoencubrirse”. Los delitos de los que la acusa son “robo agravado por convicción en despoblado y en banda” y “homicidio agravado por estar premeditado”. Además, agregó “uso de arma impropia” por utilizar “el toallón a modo de porra”. Por eso pidió perpetua.

 El defensor José María Mastronardi pidió la absolución porque “no hay pruebas”. Según lo que contó Reina, al relato del fiscal le faltan partes. Durante el juicio declararon la familia de Limber (padre, hermana y tía), el comisario que estuvo ese día (que dijo que hablaban perfecto castellano), un testigo civil (que dijo que se comunicaban en quechua) y la administradora del lugar en donde trabajaban (“no decían más que hola y chau”). También habló el vicecónsul de Bolivia y relató un diálogo con Tito cuando estaba preso en el que el hombre se autoincriminaba.

 En la causa se incluyó una declaración en Cámara Gesell que dio el hijo más grande de Reina cuando tenía 6 años. La defensa pidió que se anule: “Fue sin presencia de psicólogas, sin lenguaje simbólico, sin el juego del niño, duró sólo 20 minutos y fue con un método inductivo”, dijo la directora de Litigio Estratégico del CPM. Sobre esa prueba, opinaron tres peritos psicológicos. “Nosotros creemos que de caerse esa prueba, no hay ninguna sólida que demuestre culpabilidad”, dijo Jarque.

 “Saludo con respeto a ustedes”, dijo Reina en un castellano precario en la primera audiencia del juicio. Después comenzó el relato en su lengua y lo primero que dijo fue que confía en Dios. Cada tanto se detenía y la intérprete traducía: conoció a Límber en Avichuca, una comunidad kichwua cerca de Sucre, en Bolivia. “Éramos hermanos de la misma religión”, dijo. “Cuando se emborrachaba me pegaba. En el campo no es fácil vivir, solo dios sabe lo que pasa ahí”, contó. Él fue el primero en venir a la Argentina. Vino en busca de trabajo y plata pero cuando volvió a Bolivia llegó “con 25 centavos en el bolso”. El hijo menor estaba enfermo y Reina cocinaba para una feria para mantenerse. “A él no le importaba”, contó.

 Reina nunca quiso venir a la Argentina, pero él la obligó: “Se llevaba a mis guaguas, yo tuve que venir”. Llegaron en 2009. Primero vivieron en lo de la hermana de Limber. Ahí, la maltrataban todos: Limber, la hermana y el padre. Ella no entendía nada: ni cómo comunicarse ni cómo cocinar. “Nosotros allá cocinamos distinto”, contó. Después se mudaron a lo de un tío y, ahí, un día “Limber se volvió loco y me quería matar”. Rompió todo lo que encontró: vajilla, ropa, todo. “Yo igual lo quería a él”, dijo con la voz entrecortada. “Si hubiera conocido una comisaría, iba”, dijo.

 Más tarde se mudaron a “los hornos de Chacho”, en Florencio Varela: ahí vivían en una pieza sin baño. Límber trabajaba en la fábrica de ladrillo. Tito era un amigo con el que iban a las bailantas de Liners y con quien Limber tenía una deuda. Ella no sabe de cuánto ni por qué. Sólo sabe que su marido y Tito desaparecían varios días, se iban de gira. Una madrugada Tito llegó sin Limber y le dijo a Reina: “Tu marido tiene una deuda conmigo”. Y la violó.

Límber volvió recién a las dos de la tarde. “¿Por qué me mandaste a Tito? ¿Por qué no me avisaste lo que pasaba?”, reclamó ella. La respuesta de él fue golpearla hasta que perdió el conocimiento. El último día que vio a su marido se habian levantado a las 4 de la mañana para preparar la plata que le llevaría Límber a su hermana. Ella lo ayudó a ponerla en el zapato. En plena oscuridad apareció Tito: “devolveme mi dinero, tengo mi mujer y mi familia”, gritaba. Y se agarraron a las trompadas. La dejaron adentro de la casa: “pelearon entre ellos, entre hombres. Esa fue la última vez que vi a mi marido”. El cuerpo apareció enterrado a un metro de profundidad en el terreno donde vivían. Tito fue preso y murió antes del juicio.

 En la audiencia estuvieron presentes Adolfo Pérez Esquivel (Comisión Provincial por la Memoria) y el embajador de Bolivia en Argentina, Liborio Flores Enríquez.