martes, 1 de diciembre de 2015

PROGRAMA POST BALOTAJE

Entre la pesadumbre, la bronca y la esperanza de la resistencia.
¿Qué cambia con el cambio de gobierno?
¿Qué vuelve y qué hay de nuevo (viejo)?
Una lectura de la coyuntura a partir de algunas de las claves que nos arrojan dos libros sobre la mesa: "La razón neoliberal", de Verónica Gago, y "La fábrica del hombre endeudado", de Mauricio Lazzarato.






jueves, 19 de noviembre de 2015

CONVERSACIÓN CON VERÓNICA DIZ

Verónica Diz es integrante de la Editorial Madreselva y del Grupo Salud! de la Cazona de Flores.
Conversamos sobre los nuevos libros de la editorial, "Acerca de las vacunas", escrito por el Grupo Salud! junto a Adriana Marcus, y el libro-album "La cenicienta que no quería comer perdices", de Nunila López Salamero.
También sobre la actual coyuntura política y las perspectivas que se abren para las resistencias por abajo.
Y sobre salud, placer, amor y libertad, en su versión menos naiff y más vital.




 

jueves, 12 de noviembre de 2015

CONVERSACIÓN CON AGUSTÍN VALLE

¿Y ahora qué?
Urnas, redes sociales y cuerpos que importan. Una reflexión colectiva desde la ignorancia ante la nueva coyuntura política.

Charla con Agustín Valle, uno de los autores del reciente libro "Linchamientos. La policía que llevamos dentro", compilación de artículos producidos al fragor de los linchamientos de 2014, editado por Quadrata/Al pie de los hechos.




jueves, 5 de noviembre de 2015

CONVERSACIÓN CON BRUNO NAPOLI

Bruno Napoli, autor del libro "La dictadura del capital financiero", vino a la radio del CFP 24 a conversar sobre el rol de las finanzas durante la dictadura y la perspectiva que se abre con la coyuntura electoral actual.



Emitido por El Aprendiz Radio CFP24
www.elaprendizmedios.com.ar



jueves, 29 de octubre de 2015

CONVERSACIÓN CON PABLO HUPERT

Conversamos con Pablo Hupert sobre la reciente presentación de la segunda edición de su libro El Estado posnacional. Más allá de kirchnerismo y anti-kirchnerismo.
¿Qué claves nos brinda para pensar la coyuntura electoral actual?
¿Qué lugar le cabe al nosotros frente y más allá de las urnas?





Este libro afronta un desafío desacostumbrado para políticos y para opinólogos: pensar el régimen político argentino por lo que hace y no por lo que dice de sí mismo. Pensar lo que un gobierno hace no es algo que aclaren mucho sus declaraciones ni las de la oposición. Si Sartre decía que somos lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros, el libro ensaya la idea de que un régimen político es lo que hace con las condiciones que encuentra en el momento en que debe gobernar.
Hupert postula que entre esas condiciones dos han sido centrales. Por un lado, la insurrección popular de 2001 y su consigna que se vayan todos. Por otro lado, la “licuación” de la sociedad argentina en tiempos de globalización y capitalismo financiero.
¿Qué técnicas de gobierno serían capaces de superar la crisis de gobernabilidad con que se encontró el sistema político en los años 2001-2? El libro troca la pregunta por los planes y las ideas de los funcionarios al llegar al poder por la cuestión de las necesidades y posibilidades del Estado tras 2001. La historia argentina reciente no se inicia en 2003 sino en 2001.
El kirchnerismo se convierte así en un “peronismo líquido”, que debe vérselas con esas condiciones iniciales, pero también con sus continuaciones. Pues, señala Hupert, 2001 no concluyó con “que se vayan todos” sino que se continúa en los diversos movimientos colectivos que practican otra consigna: “que venga nosotros” –y la practican en asambleas barriales, empresas recuperadas, movimientos territoriales y un largo etcétera. Y por otro lado, la globalización y financierización de la economía no concluyeron con la renuncia de Cavallo; de hecho, como la licuación de lo social que las acompaña, perdura en una figura subjetiva: el consumidor subsidiado. Este tipo de sujeto y aquel tipo de movimiento micropolítico son vistos como causas y a la vez efectos de este Estado que Hupert propone llamar “posnacional”.
Partiendo de los trabajos del historiador argentino Ignacio Lewkowicz sobre la crisis del Estado-nación y la subjetividad ciudadana, y abrevando en contribuciones como las de Zygmunt Bauman sobre la sociedad líquida, de Franco Berardi sobre el semiocapitalismo o del colectivo de investigación militante Situaciones sobre el nuevo protagonismo social, el libro anota y describe las transformaciones del Estado argentino en un Estado posnacional recurriendo profusamente a una variedad de fuentes historiográficas, periodísticas y académicas. Aparecen así rasgos y técnicas de gobierno que convierten en ociosas las discusiones entre republicanismo y pragmatismo. Ahora se trata de la institucionalidad precaria, la transversalidad, la gestión ad hoc, la imaginalización, la desnacionalización, etc.
Este libro logra evitar tanto la declamación y la denuncia simplistas como el sofisticado y matizado estudio académico que se abstiene de estrategias políticas. El Estado posnacional intenta afirmarse en un pensamiento estratégico y situado.

Publicado por primera vez en 2011, la nueva edición incorpora una posdata del autor (que repone el período 2011-2015) y una variedad de colaboraciones que van desde movimientos micropolíticos hablando por sí mismos hasta textos desde España y Brasil sobre sus movimientos políticos recientes y de Italia y Australia ensayando una caracterización de alcance internacional de los Estados en la globalización, y hasta una “crónica de un sciolismo anunciado”.

Las colaboraciones
El texto de la primera edición sigue presente y los editores lo consideramos válido en sus trazos gruesos. No parecía necesario actualizarlo, pero era necesario activarlo. ¿Cómo activarlo? Continuándolo, extendiéndolo. Entonces lo recargamos con textos que dialogan, explícitamente o de hecho, con el libro. El libro podía proponerse lo que 2001 hizo: abrirse a continuaciones que lo resignifiquen y a interacciones que lo activen.
No son continuaciones en el sentido coloquial, salvo quizás la posdata del autor, que caracteriza la subjetividad del consumidor subsidiado, sujeto propio del Estado posnacional. Algunas continuaciones provienen de colectivos, de esos “nosotros” que hablan en primera persona: FM La Tribu, Mercado Solidario de Rosario, Frente Ciudad Futura, La Ventana. Estas intervenciones dejan ver que la multiplicidad 2001 politizó diversos campos (la comunicación, la producción y el intercambio, la participación electoral y la educación).
Se incluyen también las colaboraciones de Amador Fernández-Savater, Giuseppe Cocco, Bruno Cava, Ariel Pennisi, Sandro Mezzadra y Brett Neilson. Los primeros tres abren el libro poniendo en diálogo la experiencia de 2001 con la experiencia española de 2011, cuando fue el 15M y la brasilera de 2013, cuando se movilizaron 400 ciudades por el boleto gratuito. Pennisi asume “el cuerpo a cuerpo” entre territorio y Estado como clave donde leer las tendencias de los gobiernos recientes hacia el sciolismo, y lo lee en la lucha ambientalista de Berazategui, en el conurbano bonaerense. Mezzadra y Neilson cuestionan la remanida idea de que Estado y globalización son incompatibles y proponen ver formas de soberanía distintas a las del Estado moderno y que generan una sinergia entre globalización y Estado, y lo leen en la historia del Sudeste asiático y de Europa.
En suma, múltiples y singulares extensiones conforman en esta edición un herramental del común para potenciar la problematización de las relaciones entre autonomía y Estado.

Blog del libro: elestadoposnacionallibro.blogspot.com.ar

martes, 1 de septiembre de 2015

Conferencia de Prensa a cuatro meses del incendio del taller textil



A cuatro meses del incendio del taller textil en Páez 2796  y a nueve años del incendio de Luis Viale 1269: No olvidamos.



El pasado lunes 31 de agosto de 2015, se realizó en la Cazona de Flores, una conferencia de prensa con la presencia de Luis Fernando Rodríguez, papá de Harry (3 años), una de las seis víctimas del incendio en el taller textil de Luis Viale 1269, el 30 de Marzo del 2006, y Esteban Mur padre de Rodrigo y Rolando, quienes fallecieron por otro incendio en un taller el 27 de abril del 2015. Participaron además: Nora Cortiñas, integrante de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Miriam Carsen, la abogada del caso en lo penal de Luis Viale; y Gabriela Carpineti. abogada del incendio de Páez; 

El Aprendiz - Radio oline CFP24 estuvo alli y registró el audio de la charla. Lo compartimos

La conferencia de prensa tuvo como objetivo visibilizar, no solo el vínculo entre ambas causas, con sus trágicas consecuencias, sino también que a cuatro meses del incendio en el que murieron Rolando y Rodrigo y el juzgado federal todavía no imputó al empresario coreano, responsable directo de las condiciones en las que trabajaban. Al mismo tiempo, se exige que la investigación no se detenga en el taller y el tallerista sino que continúe por toda la cadena de producción y comercialización, sin excepción de grandes marcas y shoppings.

Las anomalías son notorias: el taller de Luis Viale estaba habilitado para 5 máquinas, pero allí funcionaban 45. No estaba habilitado para vivienda, pero vivían 65 personas y otras 7 venían a trabajar y se iban a dormir a sus casas. Había sido inspeccionado una semana antes de la tragedia y no se hizo nada. Sin embargo, los únicos procesados en la causa son el tallerista, Luis Sillerico, y el que se encargaba de traer tanto los cortes como la paga, Juan Manuel Correa. Los dueños y máximos responsables son Jaime Gueiler y Daniel Fischberg, que además de ser los dueños del lugar, son dueños de las máquinas y las marcas para las que eras 72 personas trabajaban. Ellos dos, ni siquiera están procesados.

El reclamo, entonces, no solo advierte la posibilidad siempre cierta de estos hechos trágicos se repitan, sino que exige que se acelere el juicio oral y público, además de que se procese a Daniel Fischberg y Jaime Gueiler.



Compartimos el audio de la Conferencia de Prensa junto a familiares y sobrevivientes victimas de las tragedia de Paez y Luis Viale. 


miércoles, 8 de julio de 2015

jueves, 14 de mayo de 2015

Programa 44


En el programa de hoy:
- Presentación del CD grabado por los cursos de sonido del CFP 24. junto al Taller de Técnica Vocal y Repertorio del Centro Cultural Roberto Arlt. 
- Conversación sobre la convocatoria a la marcha del día de hoy (jueves 14/5) organizada por la Asamblea Textil de Flores, que unirá el taller textil incendiado en Páez y Terrada con el que se prendió fuego en 2006 en Luis Viale y Espinosa.
- Lectura de un fragmento de "De chuequistas y overlockas", escrito por el Colectivo Simbiosis Cultural y el Colectivo Situaciones, y editado en 2006 por la editorial Retazos y Tinta Limón.
- Diálogo sobre las distintas formas de sobrecodificación del trabajo y las posibilidad de pensar, más allá de ellas, en las formas singulares de explotación. 
- Comentarios al libro libro "La patria sojera. El modelo agrosojero en el Cono Sur", de Daiana Melón (coord.) y con prólogo de Raúl Zibechi.


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Notas sobre la Asamblea Textil de Flores,
en El Aprendiz Radio - Panorama






Esta semana en el canal C5N, Esteban Mur –el papá de los niños que murieron en el taller de la calle Páez– contó que vino a la Argentina “por sus propios medios”. En el mismo momento en que decía eso, el zócalo del canal titulaba: “Lo trajeron engañado”. ¿Qué pasa que no se puede escuchar lo que lxs trabajadorxs bolivianxs dicen incluso cuando lo dicen sencillo y claro?
El discurso del “trabajo esclavo” se ha metido bien a fondo en los medios, en las conversaciones cotidianas y en buena parte de las organizaciones que argumentan ocuparse del tema. Y esa etiqueta –la del trabajo esclavo– lo tapa todo. ¿Por qué? Tal vez porque es una manera fácil de no escuchar lo que lxs migrantes dicen y quieren decir. Porque considerarlos “esclavos” es un atajo para confirmar que no actúan por sí mismos, que no hay una racionalidad y una toma de riesgos puestos en juegos a la hora de migrar. Si se los percibe como salvajes, entonces lo que hacen es “por falta de educación” o por “costumbres ancestrales” (dos vertientes del argumento paternalista y culturalista).
Y sin embargo, esa racionalidad de trabajo sí es tenida en cuenta y explotada por las grandes marcas que saben de la laboriosidad migrante, de la disposición al esfuerzo e incluso al sacrificio. El cálculo migrante, entonces, trama una economía dinámica, expansiva y fundamental para el sector textil pero no sólo se restringe a la confección. También las quintas del conurbano se nutren de él. Y las ferias. Sin embargo, es lo que no puede oírse ni en los medios, ni en muchas organizaciones, donde más que trabajadores lo que se busca mostrar son personas solamente sometidas, sin margen de acción, sin planes a futuro. A lo sumo se habla de víctimas (de la trata, de las mafias, o de su propia historia).
La música tenebrosa que aparece en la televisión cada vez que se habla de los talleres textiles machaca una imagen precisa: como si los talleres fueran agujeros negros que amenazan a los vecinos blancos.
En ese esquema, se pierde también la dimensión del negocio inmobiliario que implican sus alquileres (siempre excesivos), también el papel de los intermediarios que quedan invisibilizados aun cuando su tarea es estratégica porque conectan a las marcas con los talleres. También el rol del endeudamiento que moviliza la economía migrante donde siempre se parte de una suma en rojo: hay que pagar el viaje.
Finalmente, lo que se pierde en esta mirada es también la temporalidad dinámica del trabajador migrante. Que calcula tal vez estar un tiempito nomás como costurero, mientras aprende otras cosas (puede ser periodismo, enfermería o diseño). El taller, como primer lugar de llegada, tampoco es eterno, tampoco es siempre el mismo. Sin embargo, cuando se congela su imagen, aparece una especie de condena infinita, de la que no se sale.
La cuestión es qué significa cambiar las condiciones de explotación bajo las cuales las marcas sacan sus grandes beneficios. Para eso, en primer lugar hay que hablar de trabajo y no de esclavitud. Segundo, no se puede pedir allanamientos compulsivos porque sabemos que esa política termina siendo racista en nombre de la seguridad de los vecinos y no toca para nada la complicidad policial y política con el negocio. Luego, no se puede ser ingenuos en la distinción entre talleristas-empresarios y trabajadores. Finalmente, hay que pensar estrategias para que la voz de las y los costureros tome protagonismo organizativo, exhiba sus ansias de progreso y de mejores condiciones porque son ellxs quienes tienen esa riqueza sin la cual ninguna prenda llega a destino: saben hacerlas bien y rápido.
Es conocido que los sindicatos del oficio no son un recurso, casi lo contrario.  El desafío es una organización propia, capaz de articular la heterogeneidad de las situaciones diversas de los talleres al interior de la cadena de valor en la cual están inscriptos y pelear por mejores condiciones de vida y de trabajo. Pero aún más, que esas mejores condiciones sean la manera de, en un tiempito nomás, salir del taller. E invertir ese graffiti que dice “tengo mil sueños que cumplir y dos mil prendas por coser”.
 Verónica Gago

viernes, 8 de mayo de 2015

viernes, 1 de mayo de 2015

sábado, 25 de abril de 2015

Silvia Federici por El Aprendiz Radio CFP24

Silvia Federici por El Aprendiz 

Compartimos el audio completo de la charla de presentación del libro
"El Caliban y la Bruja" 24 Abril 2015 en La caZona de Flores.



Grabado por docentes y alumnos de Sonido del CFP24 junto al equipo de El Aprendiz Radio - Un espacio de acción y expresión colectiva. www.elaprendizmedios.com.ar





jueves, 23 de abril de 2015

Programa 41

Programa emitido el 23-04-15, por El Aprendiz CFP24
www.elaprendizmedios.com.ar


Temario:

- Visita de Silvia Federici a La Cazona de Flores
Acerca de la violencia sobre el cuerpo de las mujeres y su relación con las formas de producción capitalista. ¿Cómo componer vínculos de buen trato que permitan nuevas formas de vida en la ciudad contemporánea?


- Taller comunitario de serigrafía. Conversamos con Luis Asensio, docente del curso de Serigrafía del CFP 24, sobre las producciones colectivas y comunitarias de su curso.

- 43 Estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, México
Hablamos sobre la lucha de los padres y compañeros de los jóvenes normalistas desaparecidos en Ayotzinapa en septiembre de 2014, quienes estarán visitando Buenos Aires entre el 22 y el 26 de mayo para dar a conocer su lucha por la aparición con vida de los 43 estudiantes.

jueves, 16 de abril de 2015

Programa 40 -



Emitido el 16-04-15, por El Aprendiz Radio CFP24
www.elaprendizmedios.com.ar



(o sobre cómo volverse feminista a la fuerza)



por Lucía Finocchietto


Hace un mes violaron a una amiga y recién hoy pude largarme a llorar un rato largo. Me senté en la ducha y lloré. Lloré con bronca, con indignación y con tristeza. Con mucha tristeza. Empecé a entender que tengo que darle lugar a las lágrimas y dejarlas salir.

En estos últimos días escuché muchas veces “Soy pan, soy paz, soy más”, de Piero, creyendo que estaba en la parte de que hay que sacarlo todo afuera. Nunca presté tanta atención a la letra como ahora. Me di cuenta de que estoy en la parte en la que cambiaron las palabrasse escaparon las miradasalgo pasó y no entendí nada. Y, por qué negarlo, quisiera volver a ser niña, cuna, teta, pecho, manta.

Hace poco, el día que salimos a repartir volantes a los vecinos contándoles la situación, alguien dijo: “por algo pasan las cosas”. Odio esa frase. Ese por algo, que hace referencia a dios, o a un destino prefijado, o a ese tipo de cosas. Me parece absurda y perversa la idea de que las cosas suceden porque están escritas las consecuencias de estos hechos. Claro que “por algo” pasan las cosas. Éstas, en particular, pasan por la violencia de género, por la desigualdad entre hombres y mujeres, por el individualismo imperante y por la indiferencia hacia el otro. Porque vivimos en una sociedad con muchas cosas para cambiar. Por eso pasan estas situaciones y no por designio divino. A mi amiga la violaron, no le cayó un meteorito en la cabeza.

Me gusta más otra frase que escuché o leí alguna vez: somos lo que hacemos con las circunstancias que nos tocan vivir. Entonces, hay lugar para nuestra elección personal de mirar las situaciones desde determinado lugar y actuar en consecuencia. Por eso siento la responsabilidad de tener que hacer algo con lo que me toca vivir, de no quedarme esperando, de hacer aunque no sepa muy bien qué, ni cómo, ni cuándo.

Hace un mes trato de contener a mi amiga de la mejor manera que se me ocurre. Acompaño todo lo que puedo, escucho cuando quiere hablar y seguimos generando los mismos momentos de encuentro, de charlas y de risas que siempre estuvieron presentes. Cuando no estoy con ella, busco toda la información que puedo sobre el tema de violencia de género y trato de contactar gente que nos aclare el panorama. En los últimos años fui leyendo cada vez con más frecuencia distintas notas sobre el tema, pero ahora todo me parece más urgente, complicado y devastador. Y triste. Muy triste.

Hasta ahora, cuando no estaba con mi amiga ni buscando información y contactos, traté de sostener el resto de mi vida, pero siempre atravesada por esto, teniendo constantemente este tema en la cabeza e intentando que no se note. Conteniendo las lágrimas muchas veces y con una tensión permanente.

La tristeza se siente en el cuerpo y en la mente. Las primeras semanas fueron peores, o eso espero. Estar en la calle no me había provocado nunca el miedo que sentí estos días. A los acosos callejeros que sufrimos todas las mujeres diariamente solía reaccionar con ira (interior) e indiferencia (exterior); y me olvidaba rápido del asunto. Ahora no puedo. El miedo es horrible. Camino por la calle con los músculos contracturados, no me doy cuenta y cierro las manos, tensiono el cuello, aprieto fuerte las muelas. Y ante acosos que antes eran manejables, miradas indiscretas o la más leve intuición de que alguien podría decirme o hacerme algo, a la tensión previa se le agrega la respiración agitada, las palpitaciones fuertes y una sudoración repentina en las manos y en todo el cuerpo. Ganas de cruzar de vereda por cualquier cosa, o bajarme a la calle pensando que es más fácil cuidarse de los autos que de las personas. Nunca caminé así por la calle. Y me da bronca sentirme así. ¿Todos habrán experimentado este tipo de miedo alguna vez? ¿Habrá gente que conviva constantemente con esta sensación? ¿Puede alguien que vivió con su cuerpo el miedo en la calle seguir ignorando o subestimando el acoso sexual?

Si bien el miedo es constante, y el acoso cotidiano, en este mes fueron tres los momentos de máxima tensión. Dos en colectivos y otro en la calle. Todos a plena luz del día, con otras personas alrededor.

En un caso viajaba en un colectivo que iba bastante lleno. Entre los pasajeros había cuatro hombres que no paraban de decir groserías a cuanta mujer veían, dentro y fuera del colectivo. En un momento miré al chofer pensando que era él quien debía hacer algo. Pero mee dio la sensación de que se estaba riendo. Estaba en lo cierto, porque un rato más tarde el chofer les abrió la puerta para que le gritaran con más comodidad a las mujeres que caminaban por la calle. ¿Qué hacer en esa situación? Tuve miedo, tuve bronca. Me dio mucha impotencia saber que no podía hacer nada. Que si les decía algo tal vez se bajaran conmigo, y eso era claramente peor. Pero me daba mucha bronca callar, complaciente, ante tanta violencia. ¿Qué estarían pensando todas las otras personas que compartían ese viaje? No me di cuenta de tomar el número de patente del colectivo, ahora creo que es lo que debería haber hecho.

La segunda situación sucedió en otro colectivo, esta vez con muchos asientos libres. Subió un hombre y se sentó delante mío. Desde que se ubicó en la butaca giró para mirarme. Acomodó sus brazos sobre el respaldo y no me sacó la vista de encima durante un rato que se me hizo eterno. Me dio pánico. Caminé hasta un asiento cerca del chofer, me senté allí. Al rato el hombre caminó hacia adelante, le dijo algo al chofer, que no alcancé a escuchar, y volvió hacia atrás. Otra vez tuve pánico de que se sentara al lado mío. Por suerte siguió caminando hacia otro asiento y al pasar me dijo algo que no pude, o no quise, entender. En el resto del viaje estuve pensando qué era lo que tendría que hacer si el tipo decidía bajarse en la misma parada que yo y no se me ocurrió nada. Por suerte, eso no pasó. Igual me bajé del colectivo y fui corriendo hasta donde tenía que ir, mirando para atrás permanentemente.

La tercera situación fue hace unos días, terminando la volanteada, cuando vimos una pareja discutiendo en la calle. El hombre sujetaba por las muñecas a la mujer, que intentaba zafarse. Dudé mucho si debía hacer lo que hice, antes de gritarle al tipo, mientras le hablaba, cuando nos fuimos caminando y ahora mismo sigo dudando si actúe correctamente. Como estaba acompañada pensé que no podía quedarme callada otra vez, en este caso con el agravante de que la violencia ya era, además, física. Pensé –y pienso- qué pasaría si el tipo se ponía más violento, con la pareja o conmigo, si no se iba, si llamaba a la policía y ellos desestimaban la situación, dándole la razón al tipo, si era la mujer la que nos pedía que no nos metamos, si las intervenciones de los vecinos no aparecían o, peor aún, si aparecían para justificar la violencia. No tengo las respuestas, no sé qué hubiese pasado. Esta vez tuvimos suerte, pero no sé cuál es la manera de actuar en estos casos.

Vuelvo a pensar si puede saber alguien que no pasó nunca por estas situaciones, que no vivió en carne propia la exposición al peligro, que sabe que no es vulnerable a determinadas violencias, si puede, aunque sea por un rato, aunque sea mínimamente, sentir ese miedo y entender de qué se habla cuando hablamos de desigualdades de género.

Tengo un nudo en la garganta y casi nunca tengo hambre. Como cuando afloja un poco la sensación de ahogo, porque sé que tengo que comer. Pero también tengo un nudo en la boca del estómago y la comida me cae mal.

Llega la noche y se me afloja la tensión de todo el día, al punto que siento que no me puedo sostener, que me desarmo. Tengo muchísimo cansancio y, sin embargo, pasé varias noches sin poder dormir, pensando en que se pasaba el tiempo y no estaba descansando. De a momentos logró dormir un rato y tengo sueños raros, cuando no horribles. Mi cuerpo siempre fue escurridizo para los abrazos y ahora siento que los necesito y no los sé dar ni recibir. A veces quisiera descansar en el regazo de alguien que me acaricie el pelo hasta que me duerma.

Hoy tuve una contenedora charla con alguien a quien quiero y admiro mucho. Creo que a partir de lo conversado pude llorar, porque entendí que procesar la tristeza es parte del proceso que permite ponerse en acción. Que la urgencia y la desesperación son más contraproducentes que positivas. Que parte de cuidarse y quererse es buscar ayuda y permitirnos llorar con otro más grande, que sabe más. Volví a darme cuenta, una vez más, que la omnipotencia solo lleva a la frustración. Que la única tarea inteligente y eficaz es a largo plazo, y solo es posible buscando un marco de contención y acción en redes y organizaciones que ya vienen teniendo un desarrollo importante sobre estos temas. Hoy me di cuenta de que lo que sé sobre este tema y mi postura en esta situación es gracias al trabajo que hace años se viene haciendo en este campo, que sería imposible que yo piense de esta manera si no hubiese leído y escuchado todo lo que atravesé hasta hoy. Hoy me di cuenta que soy feminista.

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Texto de contratapa: 

“La lección política que podemos aprender de Calibán y la bruja es que el capitalismo, en tanto sistema económico-social, está necesariamente vinculado con el racismo y el sexismo. El capitalismo debe justificar y mistificar las contradicciones incrustadas en sus relaciones sociales –la promesa de libertad frente a la realidad de coacción generalizada y la promesa de prosperidad frente a la realidad de la penuria generalizada- denigrando la "naturaleza" de aquéllos a quienes explota: mujeres, súbditos coloniales, descendientes de esclavos africanos, inmigrantes desplazados por la globalización. En el corazón del capitalismo no sólo encontramos una relación simbiótica entre el trabajo asalariado-contractual y la esclavitud sino también, y en relación en ella, podemos detectar la dialéctica que existe entre acumulación y destrucción de la fuerza de trabajo tensión por la que las mujeres han pagado el precio más alto, con sus cuerpos, su trabajo, sus vidas”.


Índice

Prefacio
Introducción

El mundo entero necesita una sacudida. Los movimientos sociales
y la crisis política en la Europa medieval

Introducción
La servidumbre como relación de clase
La lucha por lo común
Libertad y división social
Los movimientos milenaristas y heréticos
La politización de la sexualidad
Las mujeres y la herejía
Luchas urbanas
La Peste Negra y la crisis del trabajo
La política sexual, el surgimiento del Estado y la
contrarrevolución

La acumulación de trabajo y la degradación de las mujeres.
Construyendo la “diferencia” en la “transición al capitalismo”

Introducción
La acumulación capitalista y la acumulación de trabajo
La privatización de la tierra en Europa, producción de escasez
y separación de la producción respecto de la reproducción
La Revolución de los Precios y la pauperización de la clase
trabajadora europea
La intervención estatal en la reproducción del trabajo: la
asistencia a los pobres y la criminalización de los trabajadores
Descenso de la población, crisis económica y disciplinamiento
de las mujeres
La devaluación del trabajo femenino
Las mujeres como nuevos bienes comunes y como sustituto
de las tierras perdidas
El patriarcado del salario

La domesticación de las mujeres y la redefinición de la
feminidad y la masculinidad: las mujeres como los salvajes
de Europa
La colonización, la globalización y las mujeres
Sexo, raza y clase en las colonias
El capitalismo y la división sexual del trabajo


El Gran Calibán. La lucha contra el cuerpo rebelde

La gran caza de brujas en Europa
Introducción
Las épocas de la quema de brujas y la iniciativa estatal
Creencias diabólicas y cambios en el modo de producción
Caza de brujas y sublevación de clases
La caza de brujas, la caza de mujeres y la acumulación del
trabajo
La caza de brujas y la supremacía masculina: la domesticación
de las mujeres
La caza de brujas y la racionalización capitalista de la
sexualidad
La caza de brujas y el Nuevo Mundo
La bruja, la curandera y el nacimiento de la ciencia moderna

Colonización y cristianización. Calibán y las brujas
en el Nuevo Mundo
Introducción
El nacimiento de los caníbales
Explotación, resistencia y demonización
Mujeres y brujas en América
Las brujas europeas y los «indios»
La caza de brujas y la globalización

Bibliografía
Epílogo. Entrevista a Silvia Federici

jueves, 9 de abril de 2015

jueves, 26 de marzo de 2015

jueves, 19 de marzo de 2015

jueves, 12 de marzo de 2015

Programa 36. Temporada 2015. Volvimos!

Y asi paso el primer programa del 2015!!!

Programa emitido el 12-03-15 en El Aprendiz, Radio online del CFP24
www.elaprendizmedios.com.ar