miércoles, 9 de abril de 2014

PROGRAMA 10 - Pensar sin Estado



Programa grabado el 03-04-2014, en El Aprendiz Radio CFP24




Los recorridos insospechados

La escuela, como todas las escuelas, tiene bien establecidos los recorridos que hay que seguir para cumplir con las distintas actividades que se llevan a cabo.

Los alumnos deben anotarse, llenar diversos papeles, pagar la cooperadora, concurrir a las clases en los horarios fijados, etc. Los docentes tienen que cumplir sus obligaciones, dar clases, calificar a los alumnos, etc. Y así se sigue en cada una de las actividades escolares.

Pero, ¿está todo allí? ¿Cumpliendo con esos recorridos establecidos se cumple con la función de la escuela, de los alumnos, de los docentes? Alguien apegado a los reglamentos, a las planificaciones podría asegurar que sí, que si uno responde a lo que está establecido cumplirá satisfactoriamente con los objetivos que busca la escuela. Pero… ¿y si estamos tratando de pensar en una escuela que pueda favorecer la creatividad, la posibilidad de descubrir, la exploración de lo novedoso?

Si se trata de una posición  firme y decidida y no una simple declamación, es posible que no alcance con los recorridos establecidos, que estos sean pobres para abarcar la dimensión de lo creativo, que su función no sea precisamente la de abrir caminos novedosos. Y que los reglamentos, las planificaciones, las pautas rígidas lo que hagan es ahogar cualquier intento de salirse de lo establecido para buscar caminos inexplorados.

Porque, ¿cómo se podría inventar si hay que seguir unas planificaciones establecidas con anterioridad? Si los reglamentos ya saben lo que hay que hacer, ¿qué espacio queda para lo que no se sabe y pueda ocurrir, lo que sea un verdadero descubrimiento?
Esto es un rotundo desafío: o se siguen las pautas establecidas y nos limitamos a cumplir prolijamente un programa ya fijado de antemano, o nos hacemos cargo de nuestra decisión de armar unas prácticas creativas y entonces los reglamentos, las planificaciones no nos sirven.

Este es el sentido que tiene el cuaderno de bitácora, por ejemplo, algo que no busca estar antes de las clases, como cosas ya sabidas que repetimos, sino que sirva de testimonio de un recorrido, de un camino que vamos haciendo clase a clase. En una planificación se dirá: “el viernes 21 de mayo veremos tal y cual contenidos”, en una bitácora, en cambio, se anotará: “hoy, 21 de mayo, descubrimos tal y cual cosa que no sabíamos”. Se trata de un cambio muy profundo.

Es que frente a los recorridos establecidos se trata de inventar nuevos recorridos, aquellos que desconocemos y que sólo sucederán si somos capaces de abrirnos a lo nuevo. Habrá recorridos que irán del aula de serigrafía al proyecto de mural, o de la clase de computación a la milonga, o de estética a La Casona y así hasta el infinito. Porque mientras los recorridos establecidos son los que ya conocemos, los recorridos insospechados no tienen límites.

Pancho Ferrara
13/03/14

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